La puerta no es puerta hasta que un muerto sale por ella y mira doliente, crucificada a la madrugada sanguinolenta.
¡Qué trabajo nos cuesta traspasar los umbrales de todas las puertas! Vemos dentro una lámpara ciega o a una niña que teme las tormentas.
La puerta es siempre la clave de la leyenda.
Rosa de dos pétalos que el viento abre y cierra.
Federico García Lorca 1921.
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