sábado, 1 de noviembre de 2014

Cementerio Castellano





La tosca cruz de piedra
        de tus tapias de barro
queda, como un guardián que nunca duerme,
de la campiña el sueño vigilando.
        No hay cruz sobre la iglesia de los vivos,
en torno de la cual duerme el poblado;
la cruz, cual perro fiel, ampara el sueño
de los muertos al cielo acorralados.
¡Y desde el cielo de la noche, Cristo,
        el Pastor Soberano,
con infinitos ojos centelleantes,
recuenta las ovejas del rebaño!
¡Pobre corral de muertos entre tapias
        hechas del mismo barro,
sólo una cruz distingue tu destino
en la desierta soledad del campo!

Miguel de Unamuno

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