miércoles, 24 de septiembre de 2014

Águeda

 Me vaís a permitir, que en esta ocasión use los versos de Gerardo Diego sobre el río Duero, al fin y al cabo el Águeda es su afluente.

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.


Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Gerardo Diego.



viernes, 19 de septiembre de 2014

Pueblos de Castilla.

Tú me levantas, tierra de Castilla, en la rugosa palma de tu mano, al cielo que te enciende y te refresca,al cielo, tu amo,Tierra nervuda, enjuta, despejada, madre de corazones y de brazos,
toma el presente en ti viejos colores del noble antaño.
Con la pradera cóncava del cielo lindan en torno tus desnudos campos, tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro y en ti santuario.
Es todo cima tu extensión redonda y en ti me siento al cielo levantado, aire de cumbre es el que se respira aquí, en tus páramos.
¡Ara gigante, tierra castellana,
a ese tu aire soltaré mis cantos, si te son dignos bajarán al mundo desde lo alto!
Miguel de Unamuno



martes, 16 de septiembre de 2014

PIEDRAS TALLADAS



“Las piedras, ¡ah¡, las piedras tienen un secreto
dolor que se muestra como en carnes vivas
cuando en su egoísmo doliente y discreto
parece que no hacen de la vida caso
y ante el tiempo se alzan sordamente esquivas,
como si quisieran impedirle el paso.

Resignadamente mudas ante el viento
y el agua, no incuban otro pensamiento
que el de ser rebeldes a su propia suerte
y sufrir altivas su destino ciego,
mas allá del agua, del viento y del fuego,
sin ansias, sin fuerzas, sin vida, sin muerte.

Es un prometeico suplicio sin nombre,
más que el de ser bestia o árbol, se diría
que son anteriores momentos del hombre
y que sufren una vengativa norma
- presas en sí mismas -, quizás porque un día
robaron al caos el don de las formas.

Con el vano alarde de un símbolo serio
- cuando el rostro vago de la luna asoma -,
se las ve indagando cosas del Misterio,
y abren, ante el viento que audaz las golpea,
sus desesperadas bocas sin idioma,
o erigen su absurda testa sin idea”.

Alfonso Cortés, Nicaragua (1893-1969)



martes, 9 de septiembre de 2014

Claustro II

Como un sueño de piedra, de música callada,
desde la flecha erguida de la torre
hasta la lonja de anchas losas grises,
la catedral extática aparece,
toda reposo: vidrio, madera, bronce,
fervor puro a la sombra de los siglos...

... Aquí encuentran la paz los hombres vivos,
paz de los odios, paz de los amores,
olvido dulce y largo, donde el cuerpo
fatigado se baña en las tinieblas.

 Luis Cernuda





domingo, 7 de septiembre de 2014

El Águeda I

Mirar el río hecho de tiempo y agua
Y recordar que el tiempo es otro río,
Saber que nos perdemos como el río
Y que los rostros pasan como el agua.

Jorge Luis Borges







viernes, 5 de septiembre de 2014

Puertas I

Las puertas abiertas dan siempre a una sima mucho más profunda si la casa es vieja.

La puerta no es puerta hasta que un muerto sale por ella y mira doliente, crucificada a la madrugada sanguinolenta.

¡Qué trabajo nos cuesta traspasar los umbrales de todas las puertas! Vemos dentro una lámpara ciega o a una niña que teme las tormentas.

La puerta es siempre la clave de la leyenda.
Rosa de dos pétalos que el viento abre y cierra.
Federico García Lorca 1921.




miércoles, 3 de septiembre de 2014

MARCOS NATURALES

No hay nada mejor que la vegetación para encuadrar una foto. 
Árboles, arbustos y flores crean un marco natural que embellece cualquier instantánea.
                       Hoy he querido enseñaros     esta combinación, que hace que la belleza creada por la mano del hombre, resalte aún más.








martes, 2 de septiembre de 2014

Claustro I

La Catedral.

Siliente nave que mirando al cielo,
Cual piedra que sonríe estremecida,
Con reflejo dorado luz huida,
Como arcano de amor y de consuelo.
Mundo de magistral y firme anhelo,
Sosiego de inquietud, torre bruñida,
Eco de guerra, geometrîa herida;
Sendero de roca, su fuerte suelo.
Mudos apóstoles sueñan oraciones,
Son la historia fugaz de cada día.
En su claustro duermen los cipreses
Con sueños de vivientes emociones,
Sonoras preces, bellas sinfonías.
Y, Cristo sonríe, recogiendo mieses. Celia Hidalgo.