En el cenit, corona de los triunfos,
Está Miróbriga. Es la Reina Dama.
Soldada en los pétalos prendidos
De un capullo de aljófares y plata.
¡Cómo rielan las luces detonantes
En el bello jardín de aquella sala!
Luego…, fuera, se nutren los espectros
De aromas rutilantes de fragancia.
Es el pueblo que vive de recuerdos
Y no quiere dejar para mañana
El más puro sentir de su raigambre
En noche tan entera y tan soñada.
Ricardo Bravo López,
viernes, 27 de febrero de 2015
sábado, 21 de febrero de 2015
Noches
Noche fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista,
los montes llanos y los mares secos;
habitadora de celebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos;
la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.
Que vele o duerma, media vida es tuya;
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.
Lope de Vega.
sábado, 14 de febrero de 2015
Farinatos
Escucha lo que te digo:
cuando dispongas de un rato,
pasa por Ciudad Rodrigo
y quedarás encantado.
Así podrás ser testigo
de su glorioso pasado,
de sus nobles edificios,
de sus amables paisanos;
allí llevan hace siglos
los encierros celebrando
y el carnaval sigue vivo
con el paso de los años;
y no dejes en olvido
probar un buen farinato
con un par de huevos fritos
¡disfrutarás este plato!.
José García Velázquez
domingo, 8 de febrero de 2015
Licenciado Vidriera
L LICENCIADO VIDRIERA
Salamanca que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado.
Advierte hija mia, que estas en Salamanca
Que es llamada en todo el mundo madre de las ciencias
Y que de ordinario cursan en ella y habitan diez o doce mil estudiantes
Gente moza, antojadiza, arrojada, libre aficionada, gastadora, discreta, diabólica y de buen humor.
lunes, 2 de febrero de 2015
Salamanca IV
Miras a un lado, allende el Tormes lento,
de las encinas el follaje pardo
cual el follaje de tu piedra, inmoble,
denso y perenne.
Y de otro lado, por la calva Armuña,
ondea el trigo, cual tu piedra, de oro,
y entre los surcos al morir la tarde
duerme el sosiego.
Duerme el sosiego, la esperanza duerme
de otras cosechas y otras dulces tardes,
las horas al correr sobre la tierra
dejan su rastro.
Al pie de tus sillares, Salamanca,
de las cosechas del pensar tranquilo
que año tras año maduró en tus aulas,
duerme el recuerdo.
Miguel de Unamuno.
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